Tras competir con la alemana «Sin novedad en el frente», la belga «Cerca», la polaca «EO» y la irlandesa «The Quiet Girl», «Argentina, 1985» no resultó elegida por la Academia como ‘mejor película de lengua extranjera’ sino que, tal como expresaban las apuestas, el film alemán de Edward Berger se alzó con la estatuilla deseada poniendo fin al sueño albiceleste.
En lo que significó una verdadera disputa entre Argentina y Alemania, la categoría que premia a las películas internacionales pasó muy de cerca por las manos de Ricardo Darín y Peter Lanzani, dejando el sinsabor de no haber ganado, aunque persiste la felicidad de haber levantado un Globo de Oro, también en Hollywood.
La película alemana antibélica ambientada en la Primera Guerra Mundial, escrita por los guionistas Lesley Paterson e Ian Stokell en base al libro «Im Westen nicht Neues», de Erich Maria Remarque, cuenta el camino que emprende un joven de 17 años llamado Paul Bäumer (Felix Kammerer), quien motivado por su idealismo y patriotismo se alista con su grupo de amigos en el ejército alemán en 1917, pero acaba transformándose en una pieza ínfima del ajedrez militar y político que se juega en otro lado, completamente alejado de las trincheras plagadas de cadáveres, miseria y hambre.
El buen pasar de este film por los Premios Oscar se veía venir, sobre todo luego de convertirse en la película más nominada de la última edición de los Bafta del cine británico, donde consiguió 7 de las 14 nominaciones en la ceremonia en Londres. Ahora, en los Oscar, el crudo film está candidateada para nueve categorías, siendo la principal de ellas a «Mejor Película».
Por su parte, el largometraje argentino que relata el juicio a las Juntas Militares de nuestro país, tras una última y sombría dictadura militar, no ha logrado el premio deseado pero sí ha conseguido – tal como expresó Santiago Mitre previo a la gala – llenar «las salas de Argentina» y generar «interés en los más jóvenes y en lugares del mundo donde no conocían esa parte de nuestra historia». De hecho, el productor y director del film manifestó estar «contento» por «haber podido aportar un grano de arena a esa gran lucha que es mucho más grande que el cine».